sábado, 23 de julio de 2016

Nuestro último día en Györ

Nuestro último día en Györ

Iniciamos con la oración dirigida por el grupo de Taiwán. Siguió la reflexión por grupos lingüísticos: “Feliz el que vive y anuncia la Misericordia”. Estos días hemos hecho experiencia del Reino: la fraternidad universal es posible cuando Jesús Resucitado está en medio de nosotros y nos regala experimentar la Misericordia del Padre. Es esto lo que estamos llamados a vivir y a anunciar después de estos días de encuentro.

Siguieron el compartir por grupos, los talleres y todo un día de convivencia fraterna, acercándonos a la exposición de la identidad y misión Verbum Dei, donde pudimos saborear dulces de distintos países, traídos por los participantes en el encuentro.

La celebración Eucarística la tuvimos en la parroquia del Espíritu Santo, próxima al internado donde nos hospedamos. El párroco, P. Ferenc, nos dio la bienvenida y agradeció que hubiéramos elegido Györ para este encuentro. Donde doce jóvenes nos compartieron lo que han supuesto para ellos estos días.

En el ofertorio, con ritmo africano, presentamos al Señor todas nuestras experiencias resumidas en una palabra, escritas en las cintas que habían estado previamente en el símbolo del corazón que ha presidido nuestro encuentro.

Finalizó la Eucaristía con el agradecimiento de nuestra Presidente, Lucía Herrerías, que ha estado con nosotros estos días. Agradecimiento a la parroquia, al colegio y a la ciudad que nos ha acogido con tanta disponibilidad.

Agradecimiento también a todos los misioneros y misioneras que se han invertido durante más de un año, trabajando para hacer posible este encuentro. Agradecimiento especial a la comunidad de Budapest: tres misioneras que audazmente ofrecieron su país para realizarlo.

Agradecimiento a Dios e invitación a no dudar en seguir a Jesús, cuando Él nos llame a hacerlo. Él no
defrauda ni se deja ganar en generosidad.

En estos momentos, está teniendo lugar el festival misionero. Y mañana de madrugada partiremos para Auschwitz, con Hungría en el corazón.

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